June 6, 2022

Poco brillo, pero no menos luz

Un congreso dilatado, pero con una iglesia en marcha

Marcos Blanco

Para aquellos que hemos asistido a algunos de los congresos de la Asociación General anteriores, fue algo chocante ver el inicio de este congreso en St. Louis con las gradas del lugar de reuniones semivacías. Claro, todos entendemos el contexto. Una pandemia que ha matado a unos 6,5 millones de personas, devastado naciones, despertado crisis económicas en diferentes rincones del mundo, y también afectado el normal funcionamiento de nuestra iglesia. Dos veces este congreso fue pospuesto. Muchos de los delegados han podido viajar, casi 2.000 están presentes, pero otros 400 están participando online. Tampoco estarán los stand de exhibición que daban color a los anteriores congresos. Sí, podríamos pensar que este congreso tiene menos brillo, pero con certeza no carece del fuego de la presencia del Espíritu Santo. 

El informe del presidente hoy, que encabezó las reuniones hoy en el primer día del evento, lo dejó bien en claro. Son tiempos sin precedentes y las crisis y las guerras estallan aquí y allá, pero la iglesia no ha quedado paralizada. En su informe, el Pr. Ted Wilson mencionó tres testimonios que me impactaron: El equipo de Hope Channel de Ucrania, que ha continuado transmitiendo programas llenos de esperanza, basados en la Biblia, a pesar del conflicto que los rodea, incluso cuando el día que iban a comenzar a transmitir, el edificio en el que se encontraban fue bombardeado. 

Otro testimonio fue la experiencia de perdón y reconciliación de Melissa DePaiva Gibson. DePaiva Gibson tenía solo 8 años cuando ella y su familia se mudaron a Palau [nación insular del Pacífico], donde su padre sirvió como pastor adventista del séptimo día y su madre trabajó en la escuela adventista. En 2003, solo 18 meses después de llegar a Palau, el padre de Melissa, el pastor Ruimar DePaiva; su madre, Margareth; y su hermano, Larisson, fueron brutalmente asesinados. Melissa fue secuestrada, golpeada, arrojada a un barranco y dada por muerta. Providencialmente, ella sobrevivió. El perpetrador, Justin Hirosi, fue sentenciado a tres cadenas perpetuas por sus crímenes. En el funeral de Estado celebrado en el Gimnasio Nacional del Palau, Ruth DePaiva, madre del pastor asesinado, invitó a la madre del agresor a pasar al frente. Poniendo su brazo alrededor de la madre de Hirosi, DePaiva dijo: “Aquí estamos, dos madres. Estoy seguro de que la madre de Justin ha orado tantas veces por su hijo, y estoy seguro de que está terriblemente herida en su corazón. Los criamos, los educamos, pero toman sus propias decisiones”. DePaiva, quien visitó a Hirosi en la cárcel, ofreciéndole perdón y esperanza en Cristo, instó a que nadie reprochara este crimen a su familia, sino que alentó la reconciliación. Sus acciones cambiaron y sanaron el corazón de la nación. Quince años después, en 2018, DePaiva Gibson, ahora casada y enfermera, siguió los pasos de su abuela, regresando a Palau donde fue a la prisión y se encontró cara a cara con Hirosi, extendiendo su perdón. Esta historia es representada en la película, Return to Palau [Regreso a Palau] que se estrenó el 16 de marzo de 2022 en Palau.

El otro testimonio sucedió en Filipinas. Durante medio siglo, la guerra estalló entre el Nuevo Ejército del Pueblo (NPA) del Partido Comunista de Filipinas y el gobierno filipino, causando la muerte de más de 40.000 personas. En las remotas montañas de Mindoro, una de las muchas islas filipinas, los rebeldes comunistas planearon y se entrenaron para la guerra que habían emprendido. En 2017, Radio Mundial Adventista (AWR) comenzó a transmitir sermones evangelísticos y estudios bíblicos en Mindoro, en preparación para una serie evangelística de Todo miembro involucrado. Para 2019, incluso los rebeldes que se escondían en la jungla estaban escuchando estos programas. El Espíritu Santo obró profundamente y, en 2020, los rebeldes entregaron su corazón a Dios y sus armas al gobierno filipino. Se produjo una reconciliación increíble cuando los exrebeldes y los soldados filipinos se abrazaron. El gobierno otorgó amnistía a los exrebeldes y el 13 de noviembre de 2021, 2.000 exrebeldes del NPA, junto con su líder y su esposa, fueron bautizados. Estos nuevos creyentes regresaron a sus antiguos escondites en la jungla, donde predicaron a sus camaradas rebeldes. Nuevamente, el Señor se movió poderosamente cuando otros 1.219 rebeldes del NPA fueron bautizados el 9 de abril de 2022. Al final de su informe, el Pr. Wilson bautizó a Eric Guevara, coronel del ejército de Filipinas, quien se bautizó al ver la manera en que Dios transformó la vida de aquellos exrebeldes a quienes había estado combatiendo. 

Sí, quizá este congreso tenga menos brillo, pero estoy seguro de que la luz del evangelio ha estado brillando con poder por intermedio de nuestra iglesia en medio de las crisis de este oscuro mundo. 

Marcos Blanco es Gerente de Redacción de la Asociación Casa Editora Sudamericana (Buenos Aires) y director de la Revista Adventista para Sudamérica. 

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