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Escuela adventista obtiene el mejor resultado individual en 30 años

Una estudiante graduanda obtuvo las calificaciones más altas en las 22 materias mencionadas en su diploma.

Tor Tjeransen, Unión Noruega, y Adventist Review
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Escuela adventista obtiene el mejor resultado individual en 30 años
This year’s graduating class from Norwegian Junior College had a sizable number of graduates. Tonje Karoline Knutsen (far right in the first row) received a diploma with top grades in all 22 subjects. [Photo: Nicolas Deserafino/ADAMS]

En un ambiente de aprendizaje positivo, la escuela superior adventista de Noruega, Tyrifjord videregående skole ha logrado buenos resultados históricamente. Este año fueron excepcionales. Una alumna obtuvo las calificaciones más altas en las 22 materias mencionadas en su diploma.

Era parte de un grupo de 65 estudiantes que se graduaron el 21 de junio de 2020, después de trece años de educación formal.

Tonje Karoline Knutsen alcanzó las calificaciones más altas en todas las materias. Si bien la escuela está orgullosa de graduar alumnos con calificaciones muy altas cada año, esta es la primera vez en 30 años que un alumno alcanzó las calificaciones más altas en todas las materias.

“Para mí ha sido importante tomarme en serio la escuela desde el principio”, dijo Knutsen, “pero también quiero resaltar a los docentes talentosos y motivados y al buen entorno social que contribuye al buen aprendizaje”.

Knutsen eligió Tyrifjord después de asistir a una jornada de puertas abiertas al final de su época en la escuela secundaria, habiendo pasado los últimos tres años en una escuela adventista. 

“Es la mejor opción que haya podido elegir”, dijo Knutsen, ya que inmediatamente se dio cuenta de que los docentes valoraban a cada alumno. “La escuela se rige por muy buenos valores, y los quiero llevar conmigo al avanzar en mi vida”.  

Tyrifjord es una escuela con internado, pero aproximadamente la mitad de los alumnos son alumnos externos que vienen del área local. Como alumna no pupila, Knutsen dijo que valoraba la oportunidad de pasar tiempo con los alumnos pupilos en sus momentos libres, ya fuera haciendo trabajos escolares en la tarde o compartiendo como amigos.

“He venido a los cultos un par de sábados y me he quedado a cenar con amigos. Siempre ha sido muy lindo”, agregó.

Knutsen planea comenzar sus estudios profesionales de Psicología. Con ese interés, está bien familiarizada con la presión de rendimiento que muchos jóvenes sienten.

“No he experimentado ninguna presión externa, pero diría que hubo motivación más que presión”.

Aspirar a lo mejor

Si bien el asistente de director, Raimo Hansen, está impresionado con los resultados de Knutsen, señaló que no todos reúnen los prerrequisitos para alcanzar calificaciones tan altas. Pero enfatizó que todos tienen el potencial para mejorar.

“Nuestro equipo educativo tiene el objetivo de base de ayudar a todos los estudiantes a ser mejores de lo que eran cuando llegaron” dijo. “Pero ningún objetivo se puede alcanzar sin que el alumno ponga de su parte”.

Ningún docente puede ayudar a los alumnos que no se esfuerzan individualmente. “Si no haces nada, no sucede nada”, es una de las frases más repetidas de Hansen.

Este año, la escuela tiene un índice de graduación muy alto. Pero Hansen dijo que él también tiene fe en aquellos pocos alumnos que no llegaron a obtener su diploma esta vez. ‘Aunque no hayan obtenido el éxito hoy, creemos que pueden hacerlo mañana’, le decimos a nuestros alumnos”.

En Tyrifjord, todos los docentes tienen un compromiso personal con el éxito de los alumnos. Hansen dijo que cree que ha identificado un factor crucial en el excelente ambiente de aprendizaje que sus colegas proveen: “Radica en la vida espiritual personal de los docentes”.

Una graduación con restricciones

La pandemia de la COVID-19 llevó a un cierre del año escolar muy inusual. El campus físico se cerró desde el 13 de marzo hasta mitad de mayo. Sin embargo, el equipo docente manejó la transición a la enseñanza virtual de forma llevadera, usando una variedad de plataformas virtuales. 

No se hicieron exámenes orales ni escritos, por las restricciones de la pandemia. Las calificaciones se decidieron según el rendimiento a lo largo del año.

La graduación en sí era incierta, pero el permiso del gobierno para congregaciones de hasta 200 personas hizo posible que se realizara la ceremonia de forma casi normal. Los alumnos de cada una de las tres clases se consideraron como un cohorte y se les permitió interactuar de forma cercana. Por otro lado, los miembros de la familia tuvieron que mantener el distanciamiento social en el auditorio escolar. La versión original de este artículo fue publicada por la Unión Noruega, y en inglés en el sitio web de noticias de la División Transeuropea.

Tor Tjeransen, Unión Noruega, y Adventist Review

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